La situación en Siria cada vez es más crítica, tanto es así que la ONU ha exigido
ya el cese de la violencia. La mayoría de los empleados públicos apoyan al régimen por el miedo a perder sus trabajos, pese a que sus sueldos podrían peligrar debido a las sanciones de los organismos internacionales contra el país. Los sirios ya están recortando gastos para el momento en el que la época de escasez llegue a su ciudad. Aquellos con mayores ingresos están invirtiendo sus ahorros en la compra de dólares por lo que el mercado negro de divisas está viviendo su mejor momento. Por
ahora, más de 40 personas han perdido la vida de la mano de los partidarios de
la política de Bachar al Asad.
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LA VANGUARDIAAl menos 17 muertos en Siria porla represión de las fuerzas del régimen
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