La brecha entre ricos y pobres se acrecienta a pasos agigantados. En España, y según el último estudio de la Fundación FOESSA, “la distancia entre la renta correspondiente al 20% más rico de la población y al 20% más pobre pasó de un valor de 5,3 en 2007 a otro de 6,9 al término de 2010. Tal aumento ha sido el mayor de los 27 Estados de la Unión Europea y supera con creces la experiencia de cualquier otro país. Entre los países de mayor renta de la Unión, el crecimiento de la desigualdad en España, medida a través de este indicador, más que duplicó el de Francia, triplicó el de Alemania y fue casi cinco veces mayor que el de la media de la UE-15”.
Y pese a que la crisis ha sido fomentada por la clase obrera, que claramente ha vivido por encima de sus posibilidades, los grandes empresarios también se han visto afectados (sin comerlo ni beberlo). Ahora hemos conocido que los ricos del mundo no sólo no han perdido poder adquisitivo sino que son más y tienen mayores fortunas.