Después de 15 minutos de espera, el tiempo que han tardado los diputados en tomar asiento, Mariano Rajoy ha comenzado su valoración del año en el poder.
- “¿Cómo es posible, señorías, que el número de parados en nuestro país haya crecido en 4.250.000 personas en poco más de cinco años?
- ¿Cómo es posible que las cuentas de nuestro sector público que presentaban un superavit de 2 puntos sobre el PIB pasaran, en sólo 24 meses, a un déficit del 11%?
- ¿Cómo es posible que la deuda de nuestras administraciones públicas, con la consiguiente carga de intereses, se duplicara en cuatro años?
- ¿Cómo es posible, señorías, que el déficit de nuestra balanza con el exterior se multiplicara por cuatro entre 2003 y 2007?
- ¿Cómo es posible que la recaudación de ingresos del conjunto de las administraciones públicas se redujera en 68.000 millones de euros en dos años?”
En tono general este ha sido el discurso del Presidente. La herencia que le dejó el Partido Socialista y “la ruina que nos amenazaba” les llevó a tener que aplicar esta serie de recortes. “Las decisiones tuvieron que ser duras por necesidad” porque cuando llegaron al Gobierno la situación era peor de lo que pensaban (¿cuándo he oído esto?)
Pero el Presidente nos anima porque “los sacrificios no se hacen en vano. Estamos acertando. (…) Las instituciones económicas tanto europeas como internacionales, Banco Central Europeo, Comisión Europea, OCE (supongo que el Presidente querría decir OCDE) y Fondo Monetario Internacional y los medios de comunicación de referencia están reconociendo las ventajas que se derivan de la reforma laboral”. Cuando habla de medios de referencia supongo que Rajoy se refiere a La Razón, La Gaceta y ABC porque no he tenido el placer de leer muchos elogios en otros diarios.
Y comenzamos con la serie de promesas que el Presidente lanza al aire. Aún no ha cumplido ninguna de las que llevaba en su programa aunque hoy se ha permitido el lujo de, durante más de media hora, garantizar medidas que ayuden a salir de la crisis .
Las que más me han llamado la atención están destinadas a los jóvenes menores de 30 años:
- “Se establece para los menores de 30 años y nuevos autónomos una tarifa plana a la Seguridad Social de 50 euros durante los seis primeros meses”. Con lo bien que está el panorama los jóvenes estamos pensando en hacernos empresarios y perder los pocos ahorros que tenemos.
- “También para los menores de 30 años será compatible la prestación por desempleo con el inicio de una actividad por cuenta propia”. Como no sea pedir en el metro no sé que actividad podría ser esta.
- “Se desarrollarán estímulos para que los jóvenes desempleados puedan obtener el título de ESO, lo que mejorará su capacitación y ampliará sus posibilidades de acceso al mercado de trabajo”. Es una pena que Rajoy aún no se haya dado cuenta que la cualificación no sirve en España para tener un empleo. Sino que nos lo digan a los miles de jóvenes cualificados que hemos emigrado para poder trabajar.
- “Se incentivará mediante la reducción de la cuota de la empresa a la Seguridad Social la contratación a tiempo parcial con vinculación formativa para los menores de 30 años”. Es decir, benefician a las empresas para que puedan tener más años trabajando para ellos, y de modo gratuito, a los jóvenes. Con la excusa de la formación las empresas tienen personal cualificado y preparado ejerciendo gratuitamente y realizando el trabajo como uno más de la plantilla.
Y mi reflexión es, ¿para qué tomar ahora nuevas medidas para la contratación juvenil cuando ya había y fue el propio Rajoy quien las suprimió hace poco más de un año?
El presidente también ha hablado de la corrupción. “Toda corrupción es insoportable” y “lesiona la democracia”. Además “afecta a la imagen de España”, cosa que preocupa mucho al Gobierno. Pero todos sabemos que para tener buena imagen tenemos que lavar la cara a nuestro país. Rajoy afirma que hay que perseguir la corrupción "tan pronto como aparezca". Eso sí, no ha hablado de Bárcenas, de su implicación ni ha explicado por qué los políticos, monárquicos y empresarios corruptos tienen un trato de favor.
La transparencia también ha aparecido en el discurso. Rajoy quiere que la Ley de Transparencia fiscalice a los "partidos políticos, sindicatos y todas las entidades que se financien con dinero público". Obviamente la Casa del Rey y su querida Iglesia quedan al margen. Es absurdo que llevemos meses y meses oyendo este tema pero aún España esté cubierta por una enorme tela opaca que no deja escapar, si quiera, una mínima información. La transparencia no es una ley, no es una norma, es un derecho. El presidente no nos tiene que convencer de ello sino que tiene que hacerla efectiva (cosa que a ningún político parece convenir).
De los desahucios nada de nada. Ni una sola palabra.
Rajoy ha querido destacar que está muy contento porque gracias a sus medidas se ha evitado el rescate. Mariano se olvida que España ya ha sido intervenida. "Los españoles hemos demostrado que merecemos que se nos ayude, no que se nos dirija". ¿Nos están ayudando desde Europa? El presidente quiere unir esfuerzos y escuchar otras opiniones europeas para que España mejore su situación. ¿Por qué no escuchar entonces a sus propios ciudadanos? “Nada podrá impedirnos llegar hasta el final y nada lo impedirá”. Rajoy quiere que los españoles “vuelvan a confiar en sus representantes” pero acallando sus voces no está consiguiendo mas que el efecto contrario.
“Podemos encarar el futuro con seguridad porque hoy tenemos un futuro. Hace un año no lo teníamos”. Gracias señor Presidente
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