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Fuente Metro de Madrid |
La ciudad de Madrid esconde entre sus calles multitud de anécdotas y leyendas. Una de las más curiosas, pero desconocida entre los madrileños, tiene lugar en la actual estación de metro de Tirso de Molina. En esta plaza, y hasta 1894, se ubicaba el Convento de la Merced. El período de desamortización, que tuvo lugar de 1798 hasta 1924, acabó con él y en su lugar se erigió la plaza que conocemos actualmente. El nombre lo tomó del escritor y fraile que vivió en este mismo convento. Cuando se empezaron a realizar los primeros trabajos para abrir una nueva estación de metro en esta plaza los obreros se encontraron con un cementerio. Esqueletos de frailes mercedarios que habían sido allí enterrados. Tras mucho deliberar se decidió emparedar los cuerpos en lo que a día de hoy es una de las estaciones de la línea 1. No se asusten si oyen ruidos.