Según un estudio de la Organización Nacional de Investigación de la Universidad de Chicago el empleo más gratificante del mundo es el de sacerdote seguido del trabajo de bombero y fisioterapeuta. Sin embargo Nat Garvey a sus 24 años no cree eso. Esta inglesa ha ganado £25,000 por probar más de 1000 juguetes sexuales. Afirma que su “trabajo es divertido y diferente” y le da un buen salario. Ella “no podría pedir más". Ahora otra empresa le ha ofrecido £200.000 por colaborar en la creación de una nueva gama de juguetes eróticos.
Todo el mundo es susceptible de tener miedo a cualquier cosa. Aunque parezca extraño hay gente que padece fobia a la risa (geliofobia), al dinero (chrometofobia), a bañarse (ablutofobia), a las mujeres guapas (caliginefobia) o a las buenas noticias (Eufobia). Louise Francis sufre, desde los siete años, koumpounophobia o lo que es lo mismo, miedo a los botones. Siendo una niña participó en un juego en el que se asociaban los botones a situaciones de pánico. Desde ese momento esta mujer sufre tal pavor que incluso tuvo que salir de una tienda cuando se percató que el dependiente tenía una pulsera compuesta por estos objetos.
Ya habíamos hablado del programa estadounidense My Strange Addiction cuando conocimos el caso de Shannon, una joven que bebía gasolina. Hoy la protagonista es Bertha y su extraña adicción: beber esmalte de uñas. Hace cinco años sintió la curiosidad de conocer el sabor de este cosmético y ya consume alrededor de cinco botes al día. Le encanta su sabor y, pese a tener preferencias, los toma de todo tipo: "Tengo diversas formas de tomarlo, directamente del frasco o pintándome la lengua con el pincel. El color hace que cada esmalte sepa diferente, mi color favorito es el azul". Además de todos los problemas de salud que padece, y podrá padecer, su adición le cuesta unos 75 dólares semanales.
La estupidez humana llega a límites insospechados. La locura por formar parte del libro Guiness de los record le está pasando factura a Susanne Eman. Esta norteamericana, que es ya la mujer más gorda del mundo, quiere convertirse en la mujer más gorda de la historia. A sus 32 años ya pese 330 kilos y lejos de sentirse acomplejada afirma que «Cuanto más grande me hago, mejor me siento. Me siento confiada y sexy». Su marido Parker Clack está muy contento con la situación, incluso le anima a lograr su record de pesar 730 kilos dentro de 10 años. La pareja, que tiene dos niños, es muy feliz y Susanne siente que “somos tal para cual. A mi me encanta comer y a Parker le encanta cocinar. Somos la combinación perfecta”.
La tecnología avanza, y a pasos agigantados. Pero la pregunta es, ¿este progreso es el correcto o sería mejor desarrollar el uso tecnológico en otro ámbito? No entiendo muy bien el fin de este invento aunque curioso, es curioso. La empresa finlandesa Nokia, la primera en fabricar móviles del mundo, ahora está trabajando en un tatuaje magnético que vibra cuando el teléfono recibe una llamada o un mensaje, está bajo de batería o advierte un evento en el calendario. El tatuaje de Nokia se fabrica a raíz de tintas ferromagnéticas y sería capaz de sincronizarse con el teléfono móvil, detectar el campo magnético y emitir un estímulo. Se fijaría a la piel como los tatuajes normales siendo la única diferencia su composición y que podría, incluso, ser invisible.
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