Hoy C.E. cumple 34 años. Podría haber celebrado su día rodeada de amigos y familiares pero está sola y triste. Sus hijos no tienen dinero para salir a cenar porque están en el paro. No pueden invitar a nadie a casa porque les han desahuciado. Algunos están enfermos pero pronto recibirán una peor asistencia sanitaria. Y los que aún están estudiando no pueden afrontar el pago de los libros ni del comedor, les han quitado la beca y además tienen que compartir aula con muchos, demasiados, nuevos compañeros.
Hoy C.E. no tiene nada que celebrar, sin embargo sus hijos están de fiesta. El día 6 de diciembre nos olvidamos de los desahucios, del paro, de la crisis, de todo. Hoy lo único importante es que no se trabaja, es que es puente.
La Constitución española es la base de nuestro país. Una correcta carta magna es el garante de toda sociedad democrática. Pero ¿qué pasa con nuestra Constitución? El texto está obsoleto y se aplica únicamente a quien más conviene a la clase poderosa. El último barómetro del CIS (aunque ahora mismo no es muy fiable) muestra unos datos pesimistas y desalentadores.
Para los españoles encuestados lo más importante de la Constitución Española (con un 41,7%) es que garantiza las libertades. ¿A día de hoy esto es cierto? Vayamos al texto.
Artículo 16.1.
“Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley”.
Efectivamente en España no se lapida a nadie por ser musulmán o judío aunque es obvio que la Iglesia Católica es quien tiene el mando en este país. Hace escasos días pudimos conocer el nuevo plan del ministro Wert consistente es reforzar la asignatura de Religión (católica) tanto en educación primaria como en secundaria.
Artículo 21.1.
“Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa”.
Un derecho que el Ejecutivo se ha pasado totalmente por alto. En España, a día de hoy, se permiten las concentraciones para apoyar a la “familia tradicional” o para ver a su Santidad pero no para defender los derechos de los españoles ni criticar las mentiras del Gobierno.
Artículo 23.1.
“Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”.
El problema es que gracias a la Ley Electoral vigente el voto de miles y miles de españoles caen en saco roto.
Artículo 27.1.
“Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza”.
Eso sí, la Carta no especifica que los españoles con pocos o ningún recurso recibirán una educación de mucha peor calidad gracias a las reformas que estamos sufriendo.
Artículo 35.1.
“Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo”
Este artículo no tiene validez para los casi 6 millones de parados.
Artículo 43.1.
"Se reconoce el derecho a la protección de la salud".
Habría que especificar que esta norma dependerá de la economía y la gravedad del paciente ya se pretende que los centros sanitarios pasen a manos privadas. La protección de la salud será exclusiva de aquellos que posean tarjeta sanitaria.
Artículo 47.
“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”.
Muy gracioso si se tiene en cuenta a las 47.943 familias que han sido desahuciadas de sus hogares durante el segundo trimestre de este año.
Y viendo todas estas incoherencias, ¿aún creemos los españoles en la democracia?
Aún no entiendo por qué hoy se hacen actos de homenaje. Aún no entiendo por qué no se presiona más a un Presidente que hoy mismo ha declarado: "¿Reformar la Constitución? Depende para qué, con qué objetivos, y con el acuerdo que se cuente y el que concite". Pues pese a que Rajoy y su equipo no tienen pensado reformar la Carta, los españoles lo tiene muy claro.
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| Encuesta realizada y publicada por El Diario |
No estoy criticando la Constitución, obviamente ha sido un instrumento decisivo en la Historia española. Pero está claro que la sociedad avanza, los ciudadanos evolucionan y habría que mejorarla. ¿Por qué los derechos sociales no son derechos fundamentales? ¿Por qué derechos fundamentales como la vivienda, el trabajo digno, la sanidad y la educación no son respetados? ¿Por qué vivimos en un estado aconfesional pero la Iglesia Católica sigue gozando de privilegios? ¿Por qué no podemos escoger la forma política del Estado? ¿Por qué se reprime a los ciudadanos que intentan ejercer su derecho de participación y de libertad de expresión?
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