La sanidad pública se puede y se debe mantener por el bien de toda la ciudadanía. No hablamos de algo subjetivo, no hablamos de dioses ni de ideologías. La sanidad es un derecho para los ciudadanos y su protección un deber del Estado.
¿No está, entonces, incurriendo en la ilegalidad el gobierno madrileño? Pero vamos más allá, ¿no debería ser sancionado el gobierno central por permitir el desmantelamiento de la sanidad pública madrileña?
Lo peor de todo es que estos políticos están actuando de un modo temerario, sin pensar en las consecuencias. Además, no se si debido a su falta de cultura o incompetencia, no son capaces ni de disimular su descaro.
La indecencia aparece personificada en Javier Fernández Lasquetty, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. A este señor le da igual que 120 equipos directivos hayan presentado su dimisión, que vaya a acabar con la sanidad, que haya personas que no se puedan permitir el ir al hospital porque no puedan pagar la ambulancia…
Para el señor Lasquetty que los madrileños nos quedemos sin personal sanitario no es problema porque “otros médicos y enfermeras ocuparían sus puestos y lo harían muy bien". Al fin y al cabo, qué va a saber él que implantó el euro por receta sin saber el ahorro que supondría. Sí, el mismo que creía, o quiso hacer creer, que la iniciativa “abrazo protesta” era una muestra de cariño al hospital y sus profesionales. En todo caso sería un abrazo de añoranza y despedida a aquello que ustedes están matando.
¿A quién
interesa todo esto? Pues parece que a nadie. O por lo menos eso es lo que deben
pensar los periódicos. Únicamente El País y 20 Minutos se han hecho eco de la
noticia en portada.
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| 20 MINUTOS |
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| EL PAÍS |
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