sábado, 11 de febrero de 2012

2012-02-11. Noticias curiosas


Una gran sorpresa se ha llevado Sophia Stockton, una estudiante de Kansas, cuando abrió un libro que había encargado a través de la empresa Amazon. El ejemplar de "Comprensión del terrorismo: desafíos, perspectivas y problemas" albergaba en su interior una bolsa de cocaína. Cuando la joven llevó el libro a la comisaría un policía le preguntó "¿Ordenaste un poco de cocaína con el resto del pedido?" Supongo que a todo el mundo sorprendió este hallazgo. 

Parece ser que no es tan descabellada la idea de un hombre embarazado. Ya lo hemos podido ver en películas como Junior, en la que Arnold Schwarzenegger se convertía en papá, pero esta vez el protagonista es un niño. En Chiclayo, Perú, se ha conocido un nuevo caso de «fetus in fetu», un fenómeno que se produce una vez cada 500.000 nacimientos. Un niño ha albergado durante tres años un feto, del que sería su hermano gemelo que no se llegó a desarrollar, de 25 centímetros y 700 gramos. 

Un jubilado alemán guardaba en su hogar una lata de manteca de la marca "Swifts Bland Lard" de 1948. Llegó a él a través de un paquete de ayuda de los millones que fueron repartidos en Alemania Occidental tras la II Guerra Mundial. Tras mandarla a analizar el veredicto ha sido claro: pese a que obviamente ha perdido un poco de sabor y aroma, el producto tras 64 años está en buen estado. Y aquí entra un dilema ¿es normal que los negocios de alimentación tiren a la basura miles y miles de productos recién caducados? 

Por desgracia esta noticia, pese a ser curiosa, es bastante triste. La ola de frío que está azotando Europa ha dejado ya decenas de muertos en Rusia y Ucrania. En la región siberiana de Kuzbass un indigente, para evitar los 30 grados bajo cero, ha preferido prescindir de su libertad e ingresar en prisión para evitar morir en la calle. Este hombre, del que no se conoce su identidad, atracó a un dependiente exigiéndole una botella de vozka para, al final, no robar nada de la tienda. Permitió que le detuvieran y ahora se enfrenta a una pena de cinco años de cárcel ya que también tenía antecedentes por el mismo motivo; para evitar el frío. Un durísimo drama que sufren cientos de indigentes de todo el mundo durante el invierno. 

Este podía ser perfectamente un cuento de amor aunque no creo que Walt Disney llegara tan lejos. La protagonista es Babylonia Aivaz, una chica de Seattle. El protagonista un edificio de 107 años que quieren demoler. Como el encerrarse en el almacén junto a un grupo de manifestantes no bastó para frenar el derrumbe, Babylonia se ha casado con él, vestida de blanco, para mostrar su amor hacia el edificio y el barrio. Cuando le preguntaron si quería a Babylonia como esposa se desplegó una pancarta en la fachada que tenía escrito “Sí, acepto”. Ahora la esposa se ha comprometido a que si lo dejan en pie lo mantendrá siempre limpio. Eso es amor. 

Suecia, la cárcel de Ystad. Allí Natalia Pshenkina está condenada a cadena perpetua por asesinar a su novio en 2005. Todo parecía normal hasta que la reclusa ha enviado una carta al Consejero de Justicia para preguntar cuándo puede coger vacaciones. Por lo visto Natalia, dentro de la prisión, tiene un trabajo por lo que reivindica tener las mismas condiciones laborales que los no reclusos. Por desgracia para ella, no le han sido concedidas. 

Regresamos a España donde un auténtico prófugo ha sido capaz de engañar a la policía durante diez años. El hombre, de 52 y residente en Chilches, adoptó la identidad de su ex cuñado para evitar ingresar en prisión por un delito contra la salud pública. Finalmente ha sido detenido en Vélez-Málaga. 

Vaya sorpresa que se ha llevado un vecino de Chiclana de la Frontera (Cádiz) cuando fue a comprar a su frutería habitual. El hombre, que pidió un kilo de patatas, se encontró que junto a los tubérculos había una granada de mano petrificada. Según parece, podría datar de la II Guerra Mundial ya que fue extraída de la frontera entre Bélgica y Francia, lugar donde se produjeron grandes batallas. 

Un gracioso incidente ha tenido lugar en la policía de Sussex. Un agente se ha perseguido a sí mismo durante más de 20 minutos. Un compañero le avisó de que un individuo actuaba de modo sospechoso cuando en verdad él era ese sujeto, el policía vestido de paisano. Cuanto más se acercaba al sospechoso, el agente actuaba de un modo más extraño (obviamente). Todo finalizó cuando un sargento entró en la sala de control e identificó al policía.

1 comentario:

  1. Muy curioso tu post. Te animo a que de vez en cuando hagas este tipo de recopilaciones

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