Ni Javier Arenas ni Francisco Álvarez-Cascos admiten que existiera una contabilidad paralela en el Partido Popular. Además han negado, ante el Juez Pablo Ruz, haber recibido ningún "sobre" (al contrario de lo que ha confesado Cristóbal Páez , el que fuera sucesor de Bárcenas como gerente). Ante el magistrado han mostrado su perplejidad ya que no se explican por qué aparecen en los documentos. Y todo ello pese a que estos dos políticos figuran como perceptores de grandes sumas de dinero: medio millón de euros en el caso de Álvarez-Casos y entre 1,2 y 2 millones Arenas.
Eso sí, ninguno de los dos ha afirmado que los papeles sean falsos. De este modo, pese a mentir ante el Tribunal, no incurren en falso testimonio por lo que seguirán amparados por la Justicia.
Durante toda la comparecencia, en la que tienen obligación de decir la verdad, los testigos se han limitado a decir "no recuerdo". Parece ser que los políticos populares sufren de amnesia cada vez que pisan un Tribunal.
Lo único que han admitido es que la dirección del partido y la Secretaría General no ejercen ningún control para cerciorarse del cumplimiento de la Ley de Financiación de Partidos Políticos. Por ello, no les consta ningún control en el pago de donaciones ya que todo, absolutamente todo, era responsabilidad del tesorero.
Mañana es el turno de María Dolores de Cospedal. ¿Se acordará ella de haber recibido algún sobre?
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