lunes, 14 de noviembre de 2011

2011-11-14. La crisis italiana, la salida de Berlusconi y las celebraciones espontáneas.

12 de noviembre de 2011, cerca de las diez de la noche, el hasta ese momento Primer Ministro Silvio Berlusconi le presenta a Giorgio Napolitano, Presidente de la República de Italia, su dimisión. 


Recordemos que Il Cavaliere ha sido acusado de numerosos delitos aunque, según las leyes que él mismo y su equipo aprobaban, es inocente de la mayoría de ellos. Incluso el 18 de octubre de este mismo año y refiriéndose al Caso Mediatrade afirmó que “es el vigésimo quinto proceso del que soy absuelto". Y pese a ser absuelto, este no es el único caso que le queda pendiente a Berlusconi. Recordemos el Caso Ruby, y su acusación por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, el Caso Mills, por corrupción, y el Caso Mediaset por fraude fiscal además de la publicación de escuchas telefónicas ilegales por parte del diario Il Giornale, propiedad de su familia. 

Sin embargo, el señor Berlusconi nunca dimitió por su implicación en procesos judiciales, cinco de ellos aún por esclarecer, ni por haber perdido la mayoría parlamentaria. Han sido los mercados y la Banca. Las presiones de la Unión Europea que no ayudarían al país a menos que el Premier abandonara su cargo.

Antes de renunciar al poder, y no dándose fácilmente por vencido, intentó permanecer en su cargo hasta que se celebraran unas elecciones anticipadas. Giorgio Napolitano no se lo permitió por lo que Silvio Berlusconi debió dimitir nada más ser aprobados los presupuestos de 2012 con los ajustes reivindicados por Bruselas. 

Tras la salida del poder del Primer Ministro Berlusconi, Giorgio Napolitano nombra, el pasado miércoles 9 de noviembre, un senador vitalicio. El reconocido y respetado economista Mario Monti y actual, y provisionalmente, sucesor de Il Cavaliere como Presidente del Consejo de Ministros de Italia. Un nombramiento que no ha sido bien acogido por todos los partidos políticos. Pueblo de la Libertad (PDL), el grupo de Berlusconi, o la Liga Norte, de Umberto Bossi, se posicionaron contra esta elección. 

Ahora era el momento de celebrarlo. Solamente ahora, cuando Berlusconi ya había abandonado el Palazzo del Quirinale. No antes. 17 años de poder ha dejado una Italia mermada, una Italia dormida. Miles de personas salieron a las calles de Roma tomando las plazas, cercanas a los organismos públicos, más importantes de la ciudad. Se veía gente frente al Palazzo Montecitorio, sede de la Cámara de los Diputados; el Palazzo Chigi, sede del Gobierno; el Palazzo Grazioli, domicilio en Roma de Berlusconi y conocida por sus celebraciones nocturnas; y el Palazzo del Quirinale, residencia oficial del Presidente de la República Giorgio Napolitano y uno de los símbolos de la grandeza del Estado italiano. 

“Auguri” y “Viva l’Italia” eran algunos de los cánticos que podían escucharse en las plazas romanas. En el Palazzo del Quirinale parecía Fin de Año o la Fiesta de la República pero no, simplemente era una concentración espontánea de gente feliz, brindando con champán, por la salida del poder del que, durante 17 años, fue su autoridad. 


Todas las personas congregadas esperaban ansiosas la salida de Berlusconi del Palazzo Chigi. Para evitar mayores problemas, las autoridades policiales decidieron sacar al político por la puerta trasera, aunque aquí también había gente esperándole. “Vattene, vattene ladro” (vete, vete ladrón) eran algunos de los gritos que recibieron a Il Cavaliere junto a “bastardo”, “bufoni” y “schemi”


Tras su salida del Palazzo se dirigió a Via del Corso donde una masa de gente impidió a los coches oficiales seguir por su ruta frente a la Galleria Colonna. Tomaron una ruta alternativa por Via del Tritone. Frente a la Galleria, los ciudadanos han increpado a los políticos y muchos de ellos han respondido. Il Ministro dell’Istruzione Mariastella Gelmini a quien le gritaban “Andate a casa” (Iros a casa) le ha respondido “Lo stiamo facendo” (lo estamos haciendo). 

A los miles de personas hay que sumarle las pancartas y carteles que anunciaban y festejaban el fin de la Era Berlusconi. “12 novembre, festa di liberazione”; “Bye bye Silvio party”; o “Game over”. Sin embargo, uno de los cánticos más escuchados decía: “Noi siamo italiani, abbiamo un sogno nel cuore, Berlusconi a San Vittore»”, es decir, “Somos italiano, tenemos un sueño en el corazón, Berlusconi a San Vittore”, una cárcel en Milán.

Para tener una visión más global de lo sucedido en Italia, a continuación aparecen las portadas de algunos de los periódicos de relevancia del país de día 13 de noviembre.

Corriere della Sera

















La Repubblica
Il Sole 24 ORE
















L'Osservatore Romano
La Stampa


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