viernes, 25 de noviembre de 2011

2011-11-25. Las mujeres afganas y su falta de libertades

En el corazón de Asia, la República Islámica de Afganistán vuelve a ser noticia. Más de 28 millones de habitantes intentan sobrevivir bajo el mandato de Hamid Karzai. Las libertades, sobre todo para las mujeres, están en tela de juicio. 

El artículo 34 de la Constitución afgana establece que "La libertad de expresión es inviolable. Todos los afganos tienen derecho de expresar sus pensamientos a través del habla, escritura, ilustraciones, así como otros medios, de conformidad con las disposiciones de esta Constitución. Todos los afganos tendrán derecho, de acuerdo a las disposiciones de la ley, para imprimir y publicar en los medios sin la previa presentación a las autoridades estatales. Las directivas relativas a la prensa, radio y televisión, así como publicaciones y otros medios de comunicación será regulada por la ley". Sin embargo, y pese a que la ley establece esta normativa, la realidad es muy diversa. El actual presidente afgano cambió más de quince artículos del documento original por lo que ahora los derechos humanos en el país han quedado muy mermados. 

Los afganos serán "libres de ejercer su fe y realizar sus ritos religiosos", claro está, dentro de los límites de su ley. La polémica, en esta materia, surgió en 2006 cuando Abdul Rahman, ciudadano afgano, se convirtió al cristianismo. La respuesta a la libertad religiosa apareció en forma de amenaza de pena de muerte por apostasía. 

En febrero de 2009 Karzai promulgó una ley, llamada "nueva ley sobre la familia afgana" según la cual las mujeres no podrán negarse, por ningún motivo, a practicar sexo con sus maridos y no podrán salir de su casa sin el consentimiento de éste. Además, la custodia de los hijos siempre corresponderá al padre o abuelos. 

Las mujeres ven mancillados sus derechos en otros ámbitos, muy comunes en el país, como la compra-venta de esposas para el matrimonio, las bodas obligatorias para menores de edad o el baad. Según este último método, las mujeres son utilizadas como monedas de cambio para aclarar altercados familiares. 

Entre marzo de 2010 y 2011, más de 2000 mujeres sufrieron algún tipo de violencia. El último escabroso ejemplo del que hemos tenido constancia esta semana sucedió hace dos años. La víctima fue Gulnaz. Tras ser violada por el marido de su prima, de quien quedó embarazada de una niña que ahora tiene dos años, fue condenada a 12 años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con un hombre casado. Si ahora acepta casarse con su violador podrá librarse de la cárcel. La situación en el país es, por tanto, muy complicada para las mujeres. Si denuncian la violación podrán ser condenadas por adulterio, sí reconocido en el código penal.

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1 comentario:

  1. El otro día por primera vez vi tu blog, y me parece muy bueno el repaso que haces de los periódicos generalistas.
    Todo mi apoyo a este tipo de análisis que hace tanta falta para darnos cuenta del panorama periodístico actual.

    Mucho ánimo y adelante, María!

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