La muerte, a pesar del paso de los años, sigue marcando nuestras vidas. Mucha gente no es capaz de superar la pérdida de un ser querido. Ahí tiene una gran importancia la religión, la fe, la creencia en algo más.
¿Hay vida después de la muerte? ¿Se encuentran bien? ¿Nos miran? ¿Nos guían? ¿Se sienten orgullosos de nosotros? Para responder a estas preguntas Telecinco ha tenido la idea de crear el programa “más allá de la vida”. En él, cada jueves, varios invitados y personas del público tienen la oportunidad de hablar con sus fallecidos a través de la médium Anne Germain.
Según la Real Academia de la Lengua médium es la “Persona a la que se considera dotada de facultades paranormales que le permiten actuar de mediadora en la consecución de fenómenos parapsicológicos o de hipotéticas comunicaciones con los espíritus”. Aunque, obviamente, cualquier persona que tenga un gran conocimiento de la sociología, de la intuición y que sepa controlar las emociones podría hacernos creer que es una médium.
Ya os debéis haber dado cuenta que no soy muy creyente en este tema. Sin embargo, sí que creo en un poder, fácil de manipular y que deja indefensas nuestras verdaderas identidades: la sugestión. Según la RAE, sugestionar es “dominar la voluntad de alguien, llevándolo a obrar en determinado sentido”. Creemos sentir lo que nos inducen, pensamos en aquello que nos hablan, y actuamos tal y como se nos viene impuesto.
El pasado jueves, día 15 de diciembre asistió como invitado a “más allá de la vida” el guionista, actor, director y productor Santiago Segura. Y la sorpresa llegó cuando, al acabar la intervención de la médium, el invitado afirmó que “te soy sincero, lo he pasado muy mal y me ha angustiado mucho porque no… o sea, quería, quería de verdad sorprenderme. No quiero ser el desgraciao que viene que decir que el Ratoncito Pérez no existe. Además, todo el mundo me ha hablado muy bien de Anne Germain pero… no ha dao ni una vamos”. Y tiene razón ya que, para mí, sí que había acertado. La médium habló, o se supone que habló, con la madre de Santiago Segura sin embargo, podría haber hablado con mi madre o con cualquier madre.
Para ponernos en antecedente decir que esta mujer falleció el año pasado, el día de la madre. Padeció una larga enfermedad que la fue mermando poco a poco. Anne Germain dice que esta señora le estaba diciendo que “estaba cansada cuando partió”, que “ya había asimilado que tenía que irse”, que “le diste un beso de despedida” y que “tú hiciste muchísimas cosas por ella en el último año de su vida”. Algo aplicable a todas aquellas personas y aquellos familiares que han sufrido el cáncer en sus vidas.
Prosiguió diciendo que Santiago Segura “se parece bastante a su padre pero su padre llevaba el pelo corto” que “nunca comprendí por qué mi hijo quería tener el pelo tan largo” y que “ella insinúa que deberías cortarte el pelo”. Ante estas afirmaciones el invitado señaló que cualquier madre querría que sus hijos no llevaran “estos pelos”.
También Anne Germain dijo que “a esta señora le gustaba mucho cantar en casa”, que “disfruta haciendo crucigramas” y que “tuvimos muchos momentos muy especiales cuando me hacía sentir como una reina”. Podría estar hablando de cualquier señora, incluida mi madre que cumple todos estos requisitos. El problema fue que la madre de Santiago Segura no cantaba por casa, que no reconocía los crucigramas y que, obviamente, como en las familias normales, una madre se siente plena cuando está junto a su hijo.
Cuando una médium te habla de una fotografía, de un modo de actuar, inmediatamente tu cerebro se pone en marcha para identificar esa acción, para darte una esperanza. Pero sólo es eso, sugestión. El poder de la mente nos hace acordarnos de aquello que nos conviene.
Santiago Segura cree que es bastante racional aunque conoce “la paz interior que te hace creer en la fe”. Piensa que, quizá, Anne Germain no sea una médium sino que “coge tu energía y telepáticamente intuye cosas que estás pensando”. Como únicamente utilizamos el 10% del potencial de nuestro cerebro, es posible que esta señora tenga desarrollada una mayor parte.
El programa, para Santiago Segura acaba con una gran afirmación del cineasta. “Los que nos abandonan viven para siempre en nuestro corazón, nuestro pensamiento y nuestro cerebro”.
ABC
QUÉ
TELECINCO
No hay comentarios:
Publicar un comentario