jueves, 19 de enero de 2012

2012-01-19. Schettino, vada a bordo cazzo!

El domingo nos despertamos conociendo una tragedia. El “Costa Concordia”, de la compañía italiana Costa, había colisionado junto a los arrecifes de entrada al puerto de la isla del Giglio. De este modo se convirtió, con sus 4232 pasajeros, en el buque más grande jamás hundido (el Titanic llevaba a 3500 personas). 

La colisión se produjo por una maniobra errónea del capitán Schettino. Era tradición que este barco hiciera un saludo, a modo de reverencia, a un antiguo miembro de la tripulación que habitaba en esta isla. José María Ruida i Pujol, que ostenta el cargo de segundo capital en buques de pasaje, cree que “la ruta que hizo el Concordia es una ruta normal, con las condiciones del tiempo favorables y una velocidad más reducida. Es normal pasar entre las islas. Y también lo de hacer pasaditas. Es común entre algunos capitanes italianos”. Recordemos que los cruceros viven del atractivo turístico y, según palabras de un experto en seguridad marítima, “no es lo mismo hacer fotografías de la costa desde 400 metros o desde 100. Se trata de intereses comerciales que chocan con la seguridad”

Pero este hundimiento, además de por hacer historia, está cobrando gran relevancia debido a la mala gestión de su capitán Francesco Schettino quien, en pleno hundimiento, abandonó el buque. Muy conocidos se han hecho ya los diálogos que protagonizaron el capitán y el comandante de la capitanía de Livorno De Falco. La primera conversación se produjo a las 21.49 horas del viernes, unos minutos después de la colisión. Esta llamada se produce porque uno de los pasajeros ha llamado a los carabinieri, no porque el capitán haya dado la alarma. Schettino responde a la capitanía diciendo que solo es “un problema tecnico". A las 0.42 horas de nuevo De Falco se dirige al capitán y es cuando descubre que no se encuentra a bordo de la nave. Schettino afirma que no es verdad que abandonó el buque sino “que me caí accidentalmente sobre el techo de una de las barcas de salvamento”. Sin un titubeo, el comandante le obliga a volver al barco, aunque en vano. Y a la 1.46 de la madrugada se produce la tercera conversación. En ella capitanía informa de la existencia de muertos a lo que el capitán responde – “¿Cuántos son?”. El capitán no tuvo tiempo de gestionar el hundimiento pero sí para llamar a su madre minutos después y tranquilizarla diciendo que él estaba a salvo. 

A día de hoy, y encontrándose en arresto domiciliario, Francesco Schettino ha admitido su culpa ya que no ordenó, con suficiente antelación, que dieran la vuelta. Su mala praxis ya se ha cobrado la vida de 11 pasajeros y, pese a que oficialmente hay 22 personas desaparecidas, el diario La Stampa aumenta hasta 40 nombres. Ahora, a las pérdidas humanos hay que añadirle el desastre ecológico. El Costa Concordia alberga en su bodega unas 2400 toneladas de combustible que ya está empezando a salir a la superficie. 

Francesco Schettino se está convirtiendo en tema de conversación y burla en la mayoría de redes sociales donde el hashtag #MeCaíenunaLancha está haciendo volar la imaginación de los twitteros. 


En Facebook han destacado una de las frases que De Falco dijo en su segunda conversación con el capitán: "Capitano Schettino, vada a bordo cazzo". 

 
Ya se ha convertido en el hombre más odiado, además de en las redes sociales, en Italia recibiendo el sobrenombre de “Capitán cobarde”.

2 comentarios:

  1. Como se puede tener tanta cara, seguro que luego cambia la versión de los hechos y dice...“que me caí accidentalmente sobre el techo de una de las barcas de salvamento”... y llegué a la costa por casualidad, volví a resbalarme, dí un traspiés y me caí a un taxi que sin querer le llevó al hotel jajaja

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  2. De verdad que yo pensaba comentar esta noticia en serio, pero es que... me caí en una lancha... y claro...

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