El Boletín Oficial del Estado del pasado sábado publicaba el Real Decreto 15/2012 de 20 de abril mediante el cual se reformaba el régimen de administración de la Corporación RTVE. El Partido Popular, a partir de ahora, podrá elegir sin consenso alguno al presidente de la Entidad modificando la Ley 17/2006. Hasta ahora era imprescindible el consenso de dos tercios de la Cámara de los Diputados pero con la nueva reglamentación bastará con la mayoría absoluta del gobierno.
La excusa que ha utilizado el Partido Popular ha sido que la Corporación necesita con urgencia un presidente, ya que este puesto está vacante desde julio del pasado año cuando dimitió Alberto Oliart. ¿Para eso es necesario cambiar la ley? ¿No basta con designar un nuevo director? Además el gobierno también ha reducido de doce a nueve los miembros del Consejo de Administración. Estos profesionales no podrán dedicarse únicamente a la Corporación y no tendrán un sueldo sino que cobrarán lo relativo a las dietas por cada reunión a la que asistan. Tampoco tendrán trabajo los consejeros nombrados por los dos sindicatos mayoritarios. De esta manera el gobierno podrá campar a sus anchas por el ente público.
Otra limitación a las libertades de los españoles y otra traba para la labor periodística. Cada vez cierran más diarios y los que permanecen abiertos están excesivamente controlados por lo que la democracia pende de un hilo. Con la exclusión de los sindicatos, UGT y CCOO, el gobierno quiere dominar la comunicación y acabar, de nuevo, con una televisión pública que se estaba fortaleciendo.
Iñaki Gabilondo ha querido hacerse eco de esta noticia con una contundente declaración: “Se acabó: El tiempo de la dignidad recuperada en TVE ha concluido”.Y resume a la perfección el nuevo procedimiento de elección del presidente de la Corporación: “nos pondremos de acuerdo si tu aceptas mi opinión porque sino yo me ocuparé de que mi opinión sea la que se imponga”. Y aún así, aún leyendo la normativa, hay gente que sigue creyendo a esos periodistas y políticos que luchan con uñas y dientes para acabar con los medios públicos. ¿Va a mejorar RTVE con esta Ley? Ahora no sólo los madrileños podrán deleitarse con una televisión basura y deleznable sino que todos los españoles podrán disfrutar de la manipulación y la desinformación.
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