Con la crisis son muchos los que intentan aprovecharse y sacar tajada en los negocios. Lo malo es cuando un gobierno regional, en este caso el Ayuntamiento de Madrid, tiene algo que ver en el asunto. Por fin, la Capital iba a tener una piscina olímpica que estaría emplazada en el polideportivo de Chamartín. Tanto deportistas profesionales como aficionados y otros colectivos, como policías y bomberos, estaban muy interesados en hacerse con el bono mensual que les iba a permitir entrenar 362 días al año. Después de dos años cerrada para remodelar la instalación y una inversión pública de 4,3 millones de euros la supuesta piscina olímpica, que cumple con los 50 metros de largo por 21 de ancho, ha sido dividida en 18 calles en lugar de 8. La empresa encargada de la reforma, Forus, ha decidido, con el consentimiento del Ayuntamiento, dividir la piscina a lo ancho. Así, se podrán impartir más clases al mismo tiempo. ¡Y luego nos preguntamos por qué Madrid nunca consigue albergar los Juegos Olímpicos!
La fama, por desgracia, es perseguida por demasiada gente y la locura que sufren algunas personas por hacerse un personaje conocido puede ser muy valiosa para empresas que, como Willook, pretenden darse a conocer a nivel mundial. Por ello, todos aquellos que han perseguido el éxito durante toda su vida y no lo han conseguido están de enhorabuena. Ahora pueden hacerse famosos en todo el mundo gracias al concurso If I Die. Los únicos requisitos para participar son: “estar vivo y tener cuenta en Facebook”. Si cumples estas dos condiciones solamente deberás instalar la aplicación y entrar en la opción "por una posibilidad para alcanzar la fama mundial". Deja un mensaje a tus seres queridos, u odiados, y si eres el primero en morir tu vídeo será publicado en tu muro de Facebook. Pero no es sólo eso sino que la empresa Mashable y otros medios internacionales, que han firmado un acuerdo para apoyar a If I Die First, también difundirán tu vídeo. Desde que se abrió el plazo de participación ya han sido más de 1.200 personas las que han aceptado las reglas del juego. Importante: no vale suicidarse.
Philadelphia, además de una marca de queso, es la sexta ciudad más poblada de Estados Unidos. En sus fronteras han nacido personalidades históricas como Benjamin Franklin o deportistas como Kobe Bryant. Philadelphia significa “la ciudad del amor fraternal” ya que se pretendía que fuera un refugio de tolerancia religiosa. Pero ¿solamente respeto en este ámbito? Parece que sí. Una de sus leyes dicta que está terminantemente prohibido repartir comida de modo gratuito. Por incumplir esta norma una vecina de la localidad, Angela Prattis, ha sido multada con 600 dólares por cada día que repartió comida en su garaje y de forma gratuita a 60 niños pobres. La multa, que ascendía a 50.000 dólares, será retirada por el Alcalde, gracias a la presión mediática, si la mujer paga un permiso para repartir alimentos por valor de 1,000 dólares.
La trágica historia de los amantes de Teruel, que pudo inspirar a Shakespeare para escribir Romeo y Julieta, narra la muerte de dos jóvenes. Él, Juan, murió de dolor al saber que su amada Isabel se había desposado con otro y además le había negado un beso. Ella, murió al besar el cadáver de Juan. No nos extraña ver en las películas grandes demostraciones de amor, sin embargo la realidad nos ha enseñado, aunque algunos no lo aprenden, que esas historias solo están en los libros. Hu Seng quiso sorprender a su amada Li Wang. No se le ocurrió otra cosa que meterse en una caja y enviarse por correo hasta la oficina de su novia. Con lo que no contaba este enamorado es que no te puedes fiar de las compañías de mensajería. Cuando llegó a su destino, tres horas más tarde, el joven se encontraba inconsciente por lo que esta locura de amor casi acaba en tragedia.
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