viernes, 12 de octubre de 2012

2012-10-12. ¿Qué se festeja hoy en España?

A lo mejor es porque lo veo desde la distancia pero ¿qué tienen que celebrar hoy los más de 47 millones de españoles? ¿Qué no llegan a fin de mes? Entiendo que los políticos, los banqueros, los grandes empresarios y la Casa Real festejen hoy y todos los días. Al fin y al cabo la crisis les ha venido muy bien pero ¿y la clase obrera? 

No sé cuánto se habrá gastado el Estado, es decir, todos los españoles, en el desfile de hoy pero ¿de verdad que no sería mejor empezar a ahorrar en estas cosas en lugar de recortar y recortar en derechos sociales? Tal vez se lo que sucede. Tal vez es porque debo escuchar mejor al señor Presidente. 


Mariano Rajoy hace cinco años nos animaba a llevar "con orgullo" este día. A proclamar a los cuatro vientos que somos españoles haciendo “algún gesto que muestre lo que guarden en su corazón, en casa o en la calle, de forma individual o con la familia o con los amigos”. Pues este es mi gesto. Un gesto desde la distancia porque gracias a este tipo de gentuza yo, como muchísimas otras personas, hemos tenido que emigrar. Y todo por culpa de la mala gestión, de la hipocresía y las ansias de poder de la clase política. Esos mismos que nos dicen que hagamos otro esfuerzo más mientras ellos se llenan los bolsillos. Esos mismos que nos bajan el sueldo mientras ellos se suben las dietas. Esos mismos que nos mandan al paro para que ellos puedan poner a dedo a sus hombres de confianza. 

Rajoy recalcó que la bandera es el “símbolo de la nación libre y democrática”. ¿Estaba de broma? ¿Un país libre es aquel que impide la protesta ciudadana? ¿Aquel que reprime a todas las personas que posean una opinión contraria a la del Gobierno? Y no entremos en el tema de la Corona, la institución que “mejor nos representa en el mundo”. Una reina ausente, un rey cazador, un yerno maleante, una hija que parece ser que no se entera de nada… 

Yo me quedo con el Rajoy de 2008, con ese que no es capaz de hacer dos cosas a la vez y ni siquiera se acuerda de quedarse callado cuando los micrófonos están abiertos. Con ese que cree que el desfile del Día de la Hispanidad es un “coñazo, en fin, un plan apasionante”.

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