lunes, 5 de noviembre de 2012

2012-11-05. Los hijos de papá, también en Instagram

"Tienen más dinero que tú y esto es lo que hacen". Es el eslogan de un blog pionero que está acaparando las visitas de medio mundo. Rich Kids of Instagram fue creado el 13 de julio por un grupo anónimo. Todo empezó como un juego, buscando fotos que estuvieran etiquetadas en esta aplicación como #yate, #mansión o #riqueza. Al poco tiempo los niños de papá se enteraron y ellos solitos empezaron a subir sus fotografías.  

A esto es a lo que se dedican los hijos del 1% de la población estadounidense que acapara el 90% de la riqueza del país. 

Louis and I stimulating the Monegasque economy.
Paris next! #workistheholiday bycorneldejager 
Rooftop lunch. #cristal #truffle #champagne
#beluga by 
scarfacefox 













 My gold leaf iPhone case. by signeferfuson 
Shopping problem? by dhrvanhemert












En las fotos no hay sorpresas. Muchas marcas, mucho champagne, mucho yate y mucha fiesta. Lo que también queda patente es que estos chicos no son muy inteligentes. A muchos de ellos la tontería les está costando caro. Un ejemplo es Alexandra Dell quien, a pesar de que su padre gasta 2,7 millones de dólares al año para protegerla, va dejando rastro de sus tickets, sus hoteles y sus viajes. Pero no es la única niña de papá que aparece en el blog. El apellido Trump, Hilton o Schwartz también tienen una peculiar participación. Anabel Schwartz, incluso, ha pedido públicamente que el blog la deje en paz para que pudiera seguir disfrutando sin avergonzarse. 

Y, como no, el blog está creando admiradores pero también indignación. Ésta es otra de las imágenes que hemos podido ver recientemente. El pié de foto lo dice todo: “Hace 24 horas. Preparación para el huracán”. 

24 hours ago. Preparing for the hurricane. #stregis #roomservice by saraha55 
Mientras un centenar de personas perdían la vida en Estados Unidos, 54 en Haití, 11 en Cuba y una en Jamaica, esta señorita se prepara para recibir a Sandy con un exquisito servicio de habitaciones. La envidia, la fascinación o la curiosidad da paso, en muchas ocasiones con estos chicos, a la indignación, la frustración y la pena.

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