El Comité Olímpico Internacional ha mandado a la comisión evaluadora a Madrid. Ahora, este grupo de sabios, tendrá que verificar la capacidad de la capital para albergar los Juegos Olímpicos del 2020.
El Gobierno en pleno ha querido, para esto sí, aparecer ante los medios con sus mejores galas. Mariano Rajoy ha respaldado la candidatura ya que el clima, el apoyo popular y la tradición de organizar eventos harían a Madrid el candidato ideal.
Raúl Chapado, director deportivo de Madrid 2020, ha explicado que "una de las grandes fortalezas es que tenemos más del 80 por ciento de las sedes hechas. No va a haber elefantes blancos, las sedes que no se usen no se van a hacer".
Pero lo cierto es que Madrid, y España, son un muy mal ejemplo para los Juegos Olímpicos. Un país que recorta las ayudas al deporte, que discrimina a las mujeres (por ejemplo cada vez son menos los clubes de fútbol que tienen equipo profesional femenino) y que no aboga por el Fair Play en política no es merecedor de albergar tal celebración.
El descontento entre los ciudadanos ante estos Juegos, que no saben lo que se les viene encima, ha aumentado en un 11% respecto a la candidatura de 2012. Así que los españoles se han puesto manos a la obra y han decidido mostrar al comité lo que verdaderamente es Madrid. La sección sindical del Ayuntamiento (formada por UGT, CC.OO, Citam, Csif y Csit) ha llamado a los trabajadores públicos a perseguir a los miembros del COI a lo largo de su visita. De este modo pretenden maximizar la visibilidad de la protesta y sacar a relucir los despidos, los recortes, las subidas de impuestos y las “externalizaciones”. Estas protestas se unen a las promovidas por los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes y Metro de Madrid. El miércoles día 20, a las 20.00 horas, tendrá lugar la manifestación en la Plaza de Cibeles. Justo en ese momento se prevé que la comitiva y la alcaldesa estén disfrutando de una recepción en el Palacio de las Telecomunicaciones.
Bajo el hashtag #COIgohome otros ciudadanos también han querido mostrar su malestar ante las medidas del Gobierno.
Y es que es obvio que se sientan defraudados. En teoría, y solamente en teoría, los Juegos Olímpicos deberían traer prosperidad al país organizador. Pero lo cierto es que en época de vacas gordas todos son beneficios, pero en época de crisis albergar este tipo de acontecimientos es bastante discutible. Para no irnos más lejos, Londres 2012 se supone que transformaría el Este de la ciudad. No sólo no lo ha trasformado sino que ha perjudicado a los comerciantes que han visto como su barrio se vaciaba por completo durante el verano. Los más de 180.000 espectadores que disfrutaron de los Juegos cada día no gastaron prácticamente ni una sola libra en Stratford, barrio donde tuvieron lugar. Muchos londinenses viajaron en estas fechas, por miedo a una avalancha de visitantes, y el Gobierno instó a los trabajadores a pedirse vacaciones o trabajar desde casa. El consumo descendió. Por no hablar del impresionante Parque Olímpico que está siendo desguazado.
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