viernes, 29 de marzo de 2013

2013-03-29. El marketing de El Vaticano

Las empresas llevan años utilizando el marketing para mejorar sus beneficios. Una buena campaña de publicidad y mercadotecnia puede disparar, en cuestión de horas, el consumo de un producto. Así lo hizo Burguer King cuando, allá por 2009, propuso regalar un Whopper a aquellos fans que “sacrificaran” a diez amigos en Facebook. La campaña tuvo que ser retirada en diez días pero logró que 20.000 personas tuvieran su hamburguesa gratis. 

Un simple anuncio publicado en la sección de empleo de un periódico le sirvió a la Oficina de Turismo de Queensland para que todo el mundo hablase de ella. Ofrecían el que sería “el mejor trabajo del mundo”. Más de 34.000 personas rellenaron la solicitud para formar parte de este proyecto. 

Pero los social media y las relaciones públicas no están solamente a la mano de las empresas. Personalidades de todo el mundo también se han servido de ellas para ganar adeptos, dinero, fama o votos. Una de las mejores campañas de la Historia llegó a convertir a un desconocido senador en el 44º presidente de los Estados Unidos de América. 

Ahora, El Vaticano ha decidido subirse al carro del marketing. No creerán en la teoría de la relatividad, en la evolución o en el cambio climático, pero las ciencias sociales son otro cantar. El Papa Francisco está revolucionando el mundo con su saber hacer y su supuesta humildad. Lo que hay detrás de esta figura no es más que un buen equipo. 

Seth Godin, en su ensayo La vaca púrpura, afirmaba que para tener éxito “debemos convertir nuestro producto en algo extraordinario que deslumbre a todos aquellos que nos estén observando”. Y eso mismo se está haciendo desde Roma. 

Imagen extraída de Facebook
Los medios ya lo ven como una persona “austera” pese a ser el máximo responsable de la fortuna Vaticana. Hace escasos días pudimos ver en las redes sociales cómo el Papa fue ensalzado porque prefirió sentarse en una silla de madera en lugar de en una de oro. Sin embargo, nadie se preguntó dónde está el trono dorado y, si tan austero es el nuevo Papa, porqué no la dona y reparte lo recaudado entre los más necesitados. 

Ayer, Jueves Santo, el Papa Francisco dio otro giro de publicidad al Vaticano. En lugar de lavar los pies a doce sacerdotes o seminaristas, decidió, muy bien aconsejado, visitar una cárcel de menores e inclinarse ante los reclusos. 10 chicos y dos chicas tuvieron el “honor” de ser aseados por el Sumo Pontífice. Una de las jóvenes, además, era musulmana (no sabemos si la chica estaba de acuerdo o no con el lavatorio). La mayoría de los medios han querido resaltar esta noticia en portada dando publicidad gratuita al Estado y a la figura. 

ABC
EL MUNDO

CORRIERE DELLA SERA
(ITALIA)
GAZETA WYBORCZA
(POLONIA)

Poco a poco el Sumo Pontífice se está convirtiendo en un referente político en Argentina y el resto del mundo. Las empresas lo saben y seguro que no faltan, este año, algunas campañas que utilicen esta figura para incrementar el beneficio. 

La “Papamanía” ya controla los medios tradicionales. Veremos cuánto tardan en intentar acaparar la atención de las redes sociales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario