La República Islámica de Irán, antiguamente conocida como Persia, es el decimoctavo país más extenso del mundo con una población de casi 80 millones de personas. Y no es un país cualquiera. Es, junto a Irak, la cuna de nuestra civilización. Una de las regiones más interesantes gracias a su rica cultura, su historia y su arte.
Pero este país no ha llegado a alcanzar el esplendor que debiera. Sus líderes, sus políticas y sus malas relaciones internacionales han marcado su devenir. En 2002, George W. Bush incluyó a este país dentro del llamado “eje del mal”. Una expresión que agrupa a los regímenes del mundo que, según Estados Unidos, apoyan al terrorismo (Irán, Irak, Corea del Norte, Libia, Siria, Cuba, Bielorrusia, Myanmar y Zimbabwe).
Por desgracia, en Irán todavía hay mucho trabajo que hacer en materia de libertades y derechos humanos. Es habitual conocer noticias de personas condenadas a muerte por cometer adulterio, castigadas a latigazos por criticar a sus dirigentes…
Otra forma de condena consiste en vestir al culpable con ropa de mujer y humillarle públicamente.
Las redes sociales y la ciudadanía se han unido, en este caso, para revindicar el apoyo a las mujeres y la igualdad entre ambos sexos. Bajo los lemas 'Los hombres kurdos por la igualdad' y 'Convertir a alguien en una mujer no es una forma de castigo o de humillación', hombres de todo el mundo, también kurdos iranís, se han vestido con ropas de mujer y han subido sus fotografías a Facebook. Ya han conseguido más de 9.000 “me gusta” y que diecisiete parlamentarios iraníes condenen públicamente esta técnica.
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