2013-06-05. Premios a la excelencia. Premios al compromiso.

Ya se han otorgado los Premios nacionales Fin de Carrera a los estudiantes más brillantes. En el acto, al que han asistido el ministro de Educación, la secretaria de Estado de Formación Profesional y el secretario general de Universidades, se han entregado 129 distinciones.

Algunos de los asistentes y tres de los galardonados decidieron asistir al acto vestidos con las camisetas verdes para reivindicar una educación pública de calidad. Además, doce de los premiados decidieron subir al estrado para, únicamente, recoger el diploma acreditativo sin saludar a las autoridades. Una protesta que ha conseguido la ovación de todo el auditorio.

Pero parece ser que algunos medios de comunicación en nuestro amado país no comparten esta misma percepción. 

En este caso, La Razón se ha limitado a copiar una noticia escrita por Europa Press. Para dejar bien clara la línea editorial y el respaldo al Gobierno han cambiado el encabezado y han buscado un titular mucho más acorde a su cabecera: “Buenos estudiantes pero con mala educación”.

Para esta imparcial publicación es una falta de educación que un grupo de jóvenes, aquellos que han logrado las mejores calificaciones, por lo que, supuestamente, van a ser la élite más preparada de nuestro país, defiendan la cuna de la intelectualidad. 

¿Qué entiendo yo por mala educación? 

Para mí es mala educación y falta de sentido común que un Presidente del Gobierno ofrezca una rueda de prensa, o una “comparecencia abierta a los medios”, pero que no permita que los periodistas pregunten (ni que estén en la misma sala). 

Mientras tanto, El Mundo ha publicado: “Otro mal trago de Wert en la universidad: los alumnos más brillantes le ningunean”.

¿Qué es ningunear?

Podríamos poner infinidad de ejemplos en los que el Gobierno “no toma en consideración” o “menosprecia” a la ciudadanía. Las marchas que se han sucedido en toda España en el último año nos podrían servir de modelo. La lucha y las reivindicaciones por una sanidad y una educación pública han chocado con la prepotencia y la autoridad del Partido Popular.

Pero más concretamente, Esperanza Aguirre, en uno de los muchísimos ejemplos que nos ofrece, ha ninguneado a los jóvenes españoles que se han visto forzados a emigrar al afirmar que la fuga de cerebros es “motivo de optimismo”. Y en la misma línea se mueve Esteban González Pons. Hace solamente tres días, el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP recalcó que “no podemos considerar que trabajar en la UE es trabajar en el extranjero”. 

Mi más enhorabuena a todos los premiados. Os espero en la quincuagésima primera provincia española: Londres.