Nuestros políticos se están empeñando, haciendo un muy buen trabajo, en dejar a España a la cola de Europa. Ahora, con la aprobación de la nueva ley contra el aborto, han logrado que las mujeres españolas seamos menos ciudadanas y menos libres abriendo un gran abismo entre nuestro país y el resto de estados democráticos europeos.
Ni al Partido Popular ni al ministro Gallardón les ha temblado el pulso para firmar esta obsoleta, cruel y dictatorial sentencia. Y todo porque nuestro gobierno no está formado mas que por simples marionetas que hacen y dicen aquello que sus amos les ordenan. ¿Cómo es posible que en un supuesto estado laico sea la Iglesia quien mueva los hilos creando y anulando leyes?
Volvemos a esa España que ha costado tanto derribar. Volvemos a esos tiempos en los que las mujeres ricas pagan a los médicos para interrumpir su embarazo o vuelan a otros países (más libres) para abortar mientras que las pobres lo hacen en clínicas clandestinas, bajo unas condiciones insalubres y arriesgando su vida.
Volvemos a esos años en los que debemos estar callados.
Volvemos a esos años en los que no podemos reivindicar nuestros derechos.
Volvemos a esos años en los que los hombres son mejores que las mujeres.
Volvemos a esos años en los que la mujer es no es nada salvo una máquina de tener hijos.
Y lo peor de todo es que parece que los españoles no nos damos cuenta del gran retroceso que esto supone. Mientras los medios extranjeros se escandalizan ante tal zafiedad, en nuestro país podemos leer titulares tan descabellados como los que publican La Razón, La Gaceta o ABC. Unos periódicos que celebran el retroceso de España y utilizan a niños discapacitados para apoyar su causa. Y ahora que se ha endurecido esta ley, ¿se volverá a modificar la Ley de la Dependencia, que tanto criticaron estos medios, para ayudar a estas familias?
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