El 21 de marzo de 2005 se fundó en Hong Kong un sitio web que ofrecía un servicio de alojamiento de ficheros llamado Megaupload. El pasado 19 de enero el FBI inhabilitó la web por infringir los derechos de autor.
Megaupload poseía cuentas gratuitas, con anónimos y registrados, o Premium. Estas segundas tenían almacenamiento ilimitado y podían simultanear las descargas a gran velocidad a cambio de una suscripción de 19 euros al trimestre. El gobierno norteamericano estima que estaban suscritos a esta empresa alrededor de unos 180 millones de usuarios a lo que habría que añadir los consumidores anónimos.
En el informe redactado por el FBI se explica que Megaopload “ha destinado millones de dólares a pagos para mantener su infraestructura”, y ha realizado poco pagos a los autores de las obras. Su cierre ha sido considerado por el departamento de Justicia de EEUU como una de las más importantes operaciones contra la piratería aunque, se presupone, que no será la última ya que el país está inmerso en la legalización de la Ley SOPA.