Así es, el Partido Popular, dejando patente de nuevo su idea de democracia, ha nombrado como nuevo magistrado del Tribunal Constitucional a Andrés Ollero Tassara. Este político y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos sustituirá a Elisa Pérez Vera quien, entre sus funciones, debía encargarse, de modo imparcial, de redactar la sentencia del recurso de anticonstitucionalidad del Partido Popular contra la ley del aborto.
No es un secreto que el magistrado es totalmente contrario a la eutanasia, al aborto y al matrimonio homosexual. Quizá sus ideas retrógradas le vengan de su educación y de sus creencias religiosas. ¿Es posible vivir en una sociedad democrática cuando un miembro del Opus Dei será el encargado de decidir sobre nuestros derechos?
Pues, y pese a que acaba de jurar el cargo, ya sabemos qué directriz tomará la nueva sentencia. Para hacernos una idea basta con echar la vista atrás. El 10 de marzo de 2010 afirmó que “formalmente, según el Consejo de Estado, no hay derecho al aborto en la ley, pero si alguien puede abortar durante 14 semanas sin dar explicaciones y se le financia, pues no sé en qué puede consistir un derecho sino en eso”. Además cree que “la mayor injusticia es la capacidad de la sociedad de mirar hacia otro lado cuando se vulneran derechos humanos básicos, como por ejemplo el aborto”.
Y como no, Ollero no se ha cansado de defender el eterno dilema. ¿Es un feto un ser humano y por tanto es merecedor de protección penal? Pues el magistrado lo tiene claro y cree en los derechos del feto antes que en los de la propia madre. El 21 de enero de 1987, hablando sobre la libertad de elección de las mujeres, ya creía que “si hay un ser humano, dejar a su madre en paz supone autorizar un acto de guerra contra su hijo, permitiéndole que se desembarace de él. Si no hay un ser humano o, al menos, no es digno de protección penal, alguien debería molestarse en exhibir argumentos”.
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