Aunque parezca imposible, aún hay políticos que miran por sus ciudadanos y creen que los recortes en materia de educación son un grave error. Es el caso del Gobierno de Fuenlabrada, símbolo de la resistencia del cinturón rojo de Madrid y superviviente, junto a Parla, ante el avance popular en la zona sur.
Ante las decisiones llevadas a cabo por el Gobierno nacional y regional, el alcalde de la localidad, Manuel Robles, ha decidido apoyar aún más a las familias y apostar por la educación. Recordemos que a los recortes hay que añadir el aumento del precio de los comedores escolares y la subida del IVA que ha afectado también al precio del material escolar y los libros de texto. Unas políticas que han mermado de sobremanera el poder adquisitivo de las familias y quedan patentes con la llegada del curso escolar.
Para Robles la educación es su mayor referente por lo que ha planteado un aumento presupuestario de “100.000 euros, con respecto al pasado curso (…) para las becas de los libros de texto y material escolar”. Alrededor de unas 14.000 familias podrán beneficiarse de estas ayudas si tal y como ha apuntado Isidoro Ortega, Concejal de Educación y Secretario de la Junta de Gobierno Local, cumplen los siguientes requisitos: “no superar los 40.410 euros de renta, tener al niño (de entre 3 y 16 años) escolarizado en un centro educativo de Fuenlabrada y además estar empadronados en Fuenlabrada”. El plazo de inscripción comenzará el 24 de septiembre y finalizará el 22 de octubre y la solicitud se realizará online a través de la Web del Ayuntamiento.
Todo ello es posible, y pese a estar en crisis, gracias a una reestructuración de las partidas educativas. El alcalde, como no, ha dirigido un mensaje a Esperanza Aguirre y ha declarado que “si hubiera voluntad por parte del Gobierno Regional yo estoy convencido que de otras partidas presupuestarias del Presupuesto General de la Comunidad de Madrid podría haber recortado esas partidas para haber una política de becas para la adquisición de libros de texto y material escolar como hacemos nosotros”. Pero no ha sido así. La Comunidad no piensa que la educación sea indispensable y, por supuesto, no cree que sea una salida ante la crisis.
Fuenlabrada, que ha apostado desde hace años por la gratuidad de los libros de texto y ha fomentado el sistema de préstamo se ve en la necesidad de criticar “que la Comunidad haga lo contrario”. Isidoro Ortega ha destacado una cifra clave: “La Comunidad de Madrid podría ahorrar los 28 millones, por ejemplo, al no pagar los conciertos a los colegios ultraconservadores religiosos que separan a niños de niñas”.
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