Ana Mato así lo ha querido y así lo ha aprobado. Sanidad confirma que podrán acceder a un tratamiento de reproducción asistida "mujeres menores de 40 años y hombres de menos de 55, que no tengan hijos comunes previos y sanos y que hayan sido diagnosticados como estériles".
De esta forma la Iglesia Católica vuelve a lograr sus metas y muestra al Partido Popular como un mero portavoz de su palabra.
Lesbianas, solteras o aquellas personas que se hayan sometido a una esterilización voluntaria previa no podrán tener acceso gratuito a programas de fertilidad.
La Ministra, para defenderse de las acusaciones vertidas sobre ella y su reforma, ha declarado hoy que solamente las "personas" (ya no parejas) con "problemas de fertilidad" u otra "indicación clínica" podrán someterse al tratamiento y "la falta de varón no es un problema médico".
Pero no es la única que piensa que la sanidad pública y gratuita no debe serlo para todos. José Ignacio Echániz, el actual consejero de Sanidad de Castilla La Mancha, ha manifestado que "la infertilidad es un problema de salud y está cubierto. Aquello que no lo sea, no".
Así va España. Un país en el que el Gobierno se dedica a imponer modelos de "familia" en lugar de cubrir las necesidades y garantizar los derechos de sus ciudadanos.
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