lunes, 12 de noviembre de 2012

2012-11-12. Prohibido enfermarse

Corría el año 1974. Dos jóvenes coinciden en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. Una, castellanomanchega pero residente en Madrid, fue a hacer una visita. La otra, gomera pero afincada en Tenerife, estaba ingresada por una enfermedad cardíaca. 
Imagen: La Princesa en Peligro

Hace 38 años de esta historia. La historia de Angelines y María. En esta época los isleños enfermos de corazón debían viajar a la península para operarse. Podían pasar meses y meses sin poder viajar a su casa. Por desgracia, en la actualidad, la historia se repite para los niños canarios. A partir del 31 de diciembre ningún niño que tenga que ser operado de corazón podrá hacerlo en las Islas. La unidad de cirugía cardíaca infantil del Complejo Hospitalario Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria cerrará sus puertas. Aquellos niños que tengan que ser trasladados lo harán en el único avión medicalizado de Canarias. Las causas del cierre es que no hay suficientes niños enfermos, ¡qué pena!

Pero sabemos que no es el único tijeretazo del gobierno. Esperanza Aguirre se ha ido dejando a la Comunidad de Madrid en pésimo estado. Eso sí, se ha asegurado de que su esbirro siga sus pasos. 

La gestión de seis hospitales madrileños, el Infanta Cristina, Infanta Leonor, Infanta Sofía, Hospital del Henares, del Sureste y del Tajo, pasará a ser privada. Además, se pretende externalizar 27 centros de salud, transformar el Hospital Carlos III en un centro de media y larga estancia y convertir La Princesa en un hospital de alta especialización para personas mayores. A partir de ahora comienza la puja, como si de un sillón se tratara, para ver quién se hace con la sanidad española. Ya quedan atrás los meses en los que Capio dirigía todo. Ahora compañías como Zara o Mercadona intentarán pujar para extender su negocio. ¿Acaso no es ésta una no muy sutil manera de jugar con la vida de las personas? 

Los trabajadores de La Princesa, con más de 160 años de historia, encabezan la marea blanca. La lucha por la sanidad pública. Y no sólo protestan por la bajada del sueldo o por la reducción de plantilla. Están plantando cara al gobierno en nombre de todos, de manera altruista. Unas 300.000 personas deberán ser reasignadas a centros como el Gregorio Marañón o el Clínico. Éstos también han sufrido recortes de personal ya que el gobierno regional decidió trasladar a buena parte de los enfermos a los seis hospitales que ahora pasarán a manos privadas. 

Y hoy, por si no habíamos tenido suficiente dosis de cinismo, hemos sabido que Ana Botella y su yerno Alejandro Agag visitaron ayer a un amigo ingresado en La Princesa. No sabemos por qué, aunque supongo que por caldear el ambiente un poco más, pero ambos firmaron, conscientes de lo que eso suponía, la petición contra la transformación del Hospital. 

En el papel todo parece difuso. Pongamos algunas cifras. 
La privatización de estos seis centros hospitalarios les costará el empleo a unos 5.500 trabajadores. Por ahora solamente hemos conocido estos datos aunque algunos trabajadores de la Fundación Jiménez Díaz ya están escuchando entre los pasillos la palabra ERE. Los sanitarios afectados por las reformas con plaza fija serán destinados a otros centros públicos mientras que los profesionales que no tengan plaza pasarán a engrosar las listas del paro o, si tienen suerte, serán contratados por la empresa que haya ganado el concurso. ¿Su salario? ¿Su horario? ¿Sus derechos? Eso lo marcará, como no, el mercado y las leyes de la oferta y la demanda.


Actualización. 2012-11-13. 15.40h

El gobierno da marcha atrás en su empeño de desmantelar La Princesa. No sabemos si por la presión social o por sentido común pero la Consejería de Sanidad ha llegado a un acuerdo con la Junta de Centro del hospital. La Princesa podrá seguir atendiendo a personas de todas las edades y a los 300.000 habitantes que estaban destinados en este centro. Del mismo modo, las urgencias y la unidad investigadora y universitaria se mantendrán intactas. Eso sí, también habrá un departamento especializado en personas mayores. 

Sin embargo, pese a que La Princesa ha logrado su objetivo aún se mantienen en alerta. Ya son 14 centros en los que se están produciendo encierros. A los seis hospitales que pasarán a manos privadas le siguieron el Carlos III, Niño Jesús, Príncipe de Asturias, 12 de Octubre, Severo Ochoa y Getafe. Ayer en el Gregorio Marañón unas 30 personas iniciaron su encierro en el aula magna.


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